Historia.
Dispone de aproximadamente dos kilómetros de extensión y está considerada como la mayor playa natural de todo Tenerife. Su arena blanca causa admiración entre los turistas, mientras la cercana Montaña Roja y su entorno sigue figurando, sin lugar a dudas, entre los más excelsos parajes costeros del mediodía tinerfeño.
Montaña Roja, con sus 171 metros de altura, es un soberbio cono volcánico de piroclastos basálticos, fruto de una erupción que tuvo lugar en la costa de Granadilla hace muchos milenios y con el paso del tiempo, los fragmentos rocosos que lo forman han experimentado un proceso de oxidación que les confiere el característico color al que alude el nombre de la montaña.
Al término de las erupciones las olas del océano han ido desmantelando inexorablemente su flanco austral, tallando en él abruptos cantiles de hasta cuarenta metros y el efecto erosivo de las aguas de lluvia ha cincelado sus laderas, excavando en ellas numerosos barranquillos radiales y poco profundos.
Resulta significativo que el constante flujo de arenas arrastradas por el viento ha dado lugar a la aparición de una potente duna fósil adosada a la base sudeste de la montaña.